¿Conoces la ortodoncia convencional?

La ortodoncia convencional es el tratamiento más común para corregir la alineación y mordida de los dientes. Consiste en el uso de brackets metálicos y arcos que, a través de la presión continua, mueven los dientes a su posición correcta. Este tipo de ortodoncia es ideal para corregir problemas severos como maloclusiones, dientes apiñados o espacios excesivos. Se recomienda generalmente para adolescentes y adultos jóvenes, aunque cualquier persona con problemas de alineación dental puede beneficiarse de este tratamiento.

Las principales ventajas de la ortodoncia convencional son su eficacia y capacidad de resolver una amplia variedad de problemas dentales. Además, es accesible en cuanto a costos y permite un control detallado por parte del ortodoncista para ajustar la presión de los brackets según la evolución del tratamiento. Sin embargo, uno de sus inconvenientes es que los brackets metálicos son visibles, lo que puede afectar la estética durante el proceso. También pueden causar molestias y requerir una mayor atención a la higiene dental, ya que el cepillado y uso de hilo dental son más complicados con los brackets.

En cuanto a las desventajas, además de la apariencia, los pacientes pueden experimentar irritaciones en la boca y dolor ocasional cuando se ajustan los brackets. La duración del tratamiento también puede ser más larga en comparación con otras alternativas como Invisalign. A pesar de estos puntos, la ortodoncia convencional sigue siendo una de las opciones más efectivas para corregir problemas dentales complejos.

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